Los Arcángeles son el grupo más poderoso de ángeles y son extensiones de Dios (la Divinidad). Por esto pueden estar en varios lugares al mismo tiempo. Así que no dudes en llamarlos: pueden estar contigo así sea solo para acompañarte, y a la vez pueden apoyar al resto de personas que los soliciten.
Para los Arcángeles no hay situaciones más complicadas que otras, ni atienden de acuerdo a la gravedad del asunto, ni al tipo de persona que hace la solicitud. Todos los llamados son escuchados y atendidos.
Por lo anterior no necesitas pertenecer a ninguna religión especial o comportarte de determinada manera. Lo único que necesitan los Arcángeles es tu voluntad de hacerlos parte de tu vida, pues como seres humanos tenemos libre albedrío, así que los Arcángeles no se involucraran a menos que lo pidamos (la única excepción es si estamos a punto de morir y todavía no es nuestro momento).
Cómo pedir ayuda a los Arcángeles
Es muy fácil, no necesitas decir o hacer cosas complicadas. Tampoco importa las palabras que utilices, los Arcángeles no te van a juzgar ni a dejar de ayudar porque no lo hiciste bien. Puedes hacer la petición en voz alta, en pensamiento o escribiendo una carta. Así que simplemente respira profundo y puedes decir algo así:
«Arcángeles por favor ayúdenme con (describir la situación), me estoy sintiendo (triste, preocupado, miedoso… poner tu emoción). Por favor ayúdenme a liberar estas emociones y a encontrar una solución que me traiga (tranquilidad, amor, paz… poner cómo nos queremos sentir)»
Cada Arcángel se especializa en temas diversos. Cuando aprendas de cada uno, puedes hacer la petición al Arcángel encargado del tema que te concierne. Si no, no te preocupes. Un llamado general funciona de igual manera.
Lo más importante es que sueltes y confíes. Si traes a tu mente el tema que te preocupa, lo cargas de energía y obstaculizas el proceso. Si esto te pasa, detente en seco. Para de pensar e imagina que le pasas la situación a tus ángeles y ellos se encargan de armonizarlo.
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