Cuando era niña solía visitar el pueblo donde nació mi papá: San Miguel. Me impactaba mucho entrar a la iglesia porque en el altar estaba el Arcángel Miguel parado encima de un diablo. Pero yo solo veía al diablo, y era un diablo realmente horrible, con cola larga terminada en punta, la lengua afuera en forma de serpiente, cachos y una mirada aterradora. Llegué a tener par pesadillas con ese diablo.
Tiempo después volví al pueblo y el diablo ya no me pareció terrorífico. Era el mismo diablo, pero en esa ocasión ya no me fijé en el diablo sino en Miguel Arcángel. Miguel se posaba encima del diablo con mucha determinación y confianza. Miguel siempre había dominando al diablo, pero yo solo me había enfocado en el demonio y no había subido la mirada para sentir la seguridad que Miguel transmitía.
En la vida pasa algo similar. Tendemos a mirar y a enfocarnos en todo aquello que nos molesta, que nos quita paz, que nos genera duda, angustia o dolor. Vivimos asustados,a la defensiva o inmóviles. No queremos al «diablo» pero lo seguimos mirando y permitimos que nos siga atormentando.
Miguel Arcángel o «Quien como Dios» es el jefe de los ejércitos de Dios y generalmente se representa con espada y escudo. Su energía se percibe de color azul o purpura. Llámalo cada vez que te sientas con miedo, inseguro o irrespetado. Su energía te ayudara a tener valentía para reconocer tus miedos y liberarlos. También puedes contar con Miguel para recordar tu propósito de vida y sacar provecho de tus dones espirituales.
Si en algún momento te sientes amarrado a una persona o estas en una relación tóxica, pídele a Miguel que con su espada de luz corte los lazos energéticos que te están atando.
En este enlace puedes encontrar una meditación que realicé con el Arcángel Miguel: Meditación Arcángel Miguel
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