No pierdas tu paz por nada ni por nadie.

Anoche perdí el control con mi hija. Empezó por un asunto sin importancia, y fue escalonando en agresividad e intolerancia. Al final me dio mareo y tuve que sentarme en el piso y me cogí la cabeza. ¿Qué me paso? Yo que trabajo con ángeles y energía, ¿cómo no pude...